No existe ni existirá documento gráfico alguno que dé testimonio sobre la opulenta cena y posterior happyhours que tuvimos la suerte de disfrutar la noche de ayer unos pocos privilegiados.
Digo privilegiados, sobre todo, por el honor de contar entre nosotros con carismáticos personajes del mundo de la política y las finanzas.
El uno, renunciando a compromisos políticos como la inauguración de un geriátrico y piscina climatizada en la aldea de Retamar, gracias al aval y la financiación de la japonesa Sony, líder mundial en la fabricación de electrodomésticos audiovisuales.La colaboración de la multinacional en la construcción de dichos servicios sociales, tiene que ver con la más que probable puesta en venta en 2007 de un nuevo estándar en la reproducción de audio y video: el rosco de vino. Su implantación mundial dependerá de la acogida y adaptación del sistema entre los octogenarios manchegos. Evidentemente, algunos privilegiados clientes vip y personalidades regionales ya disponen de las primeras unidades en sus hogares, de las que hacen buen uso sus familiares.
El otro, recién llegado de Canadá, donde Bombardier le acaba de construir un jet privado con todo lujo de detalles y comodidades. Otra cosa es el buen gusto que tenga el famoso "Pocero", claro. Entre la lista de opciones y extras que ha pedido que le incluyan en el reactor, se encuentran las siguientes: tapetes de ganchillo en las mesas auxiliares; váter a pedales, de titanio, claro; tapicería de sucedáneo de cuero con la inscripción "tunin"; línea deportiva lateral "S-Line"; braseros de picón bajo todos los asientos y, por supuesto, un vestidor lleno de prendas de los más afamados creadores de alta costura y pret a porter. Entre las joyas que ha exigido para el vestidor, cabe nombrar camisas Tommy tipo mantel "a tutiplén", como si fueran del "pulanber", pantalones tejanos Lois en distintas tonalidades, todo tipo de babuchas, alpargatas, zuecos y sandalias de la firma Lacoste, y la gama completa de calcetines de la americana Fox, incluyendo el modelo con dibujos de calaveras. Desde luego, se nota en su exquisito gusto que se ha codeado con las más ilustres personalidades del "papel cuché" internacional.
Lo que no se entiende es que no pagase la cena. Probablemente, no quiso deshacer ninguno de los tres fajos de 50 billetes de 500 que portaba en su bandolera juvenil Springfield.
Puestos a hablar de la opulenta cena, debo decir que los comensales fueron agasajados con todo tipo de manjares, plenos de cantidad y calidad, a un precio como corresponde al estatus económico de los presentes.
Sin embargo, el exquisito paladar y conocimiento gastronómico de uno de los alopécicos invitados, dio al traste con la fama de tan nombrado restaurante, cuando le quisieron dar gato por liebre y servirle un Estofado de Rape, en lugar de su Rape con Gambas y Almejas. Dieron con la horma de su zapato, puesto que el comensal en cuestión ha realizado cursos de cata intensiva en los mejores restaurantes chinos, fogones lésbicos y hamburgueserías de la ciudad, y no confunde fácilmente una gamba con una judía verde.
Para más decepción, el postre que eligió, Tomates Confitados, no fue de su agrado, y la ya deteriorada relación con el camarero fue aún a peor. Y es que ya le tiene dicho su Ani que de postre siempre escoja Geli-tina de Mora.
Por su parte, el invitado capitalino, queriendo acercarse a la plebe, viajó en AVE hasta el faro industrial, debido al proceso de niquelado que ha encargado a la empresa familiar para los tiradores de las puertas y la palanca de cambio de su flamante Mini. Por cierto que no sabemos si dormiría mucho en el alojamiento que le ofreció nuestro más querido maestro itinerante y experto en bricolaje, puesto que el brillo de los estridentes colores y neones de su piso-museo es cegador incluso en la más completa oscuridad.
Concluyendo, diré que echamos en falta a uno de los dos maniquíes vivientes, el otro es el que suscribe, que tiene contratados la franquicia de ropa infantil Kiddy´s Class en Puertollano. El escaparate estaba anoche desangelado, puesto que, mientras uno se encontraba en la comentada cena, el otro estaba reunido bajo montañas de papel continuo, en el que se le juntaban las cifras, los euros, los dólares y las rupias indias. Tamaña responsabilidad le impidió estar presente, pero le tuvimos en nuestro corazón y en nuestras bífidas lenguas.
El año que viene por estas fechas repetiremos, pero el restaurante no lo elegirá el "Pocero", puesto que nuestras boyantes economías no pueden siquiera compararse al imperio que le permitirá, en breve espacio de tiempo, construirse la Moraleja (sí, el barrio entero) en una sola mansión a los pies de su querida Santa Brígida.
Os quiero.
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