10.10.06

Esto lo aguantan cuatro


Como diría el pionero de las jornadas laborales de 12 horas en Puertollano, "lo que nos hemos dicho hoy lo aguantan cuatro". Solo la corcha, y en ocasiones, la sangre fría de los más damnificados por los ataques ha impedido que el fín de semana de la Cazorlada 2006 se tiñese de rojo. Evidentemente, exagero.

Nadie en su sano juicio se habría perdido la Cazorlada, excepción hecha de inexcusables compromisos como una recepción oficial o el seguimiento de un plan de entreno secreto tutelado por el Cuerpo de Bomberos.

Me produjo un regocijo difícil de describir la presencia de algunos personajes que creíamos de gira con la empresa que monta las casetas de la Feria, de pueblo en pueblo. Finalmente, parece que ésta era una versión equivocada de los hechos, y que estaba realizando un curso de cata en la finca del afamado vinatero Tío Pepe.

Como decoro a la incorporación a estos eventos de nuevos individuos, el "sherpa" Bosnio, tras asamblea con el "sherpa" suplente y guía espiritual del grupo, Saturio, resolvió volver al "modo Fox". De este modo, quitó las calas de sus flamantes babuchas de golf Lacoste, y se despojó del maillot rosa palo de "Tú mi gilifinguer", y se calzó las alpargatas de su espónsor especializado, enfundándose ayudado por un calzador y uno de sus muletillas una camisola "freeride" y "campuza". Bosnio, te echábamos de menos.

Así ataviado, nuestro guía nos condujo a parajes espectaculares, dirigiendo con maestría una caravana de burros, algunos de ellos casi parapléjicos. Tan difícil labor merece nuestro reconocimiento, aunque nadie esperaba que nos perdiese, mandando al grupo hacia delante y no pudiendo avisarlo de que el camino correcto quedaba atrás, por una tremenda afonía, causada por su fea costumbre, adquirida en sus tiempos de maniquí de escaparate en Chueca, de dormir con el culo al aire.
Bromas aparte, la causante de la pérdida fue la cabezonería de su ojito derecho en el cursillo de "sherpa", que voló desbocado por los Campos de Fran Perrea, ignorando las (inaudibles) voces de su maestro.

Semejante metida de pata, finalmente tuvo una gran compensación, cuando pudimos observar desde las alturas la belleza de una de las lagunas del río Borosa, visión que quedará en la memoria de todos los componentes de la posterior peregrinación y castigo que supuso bajar el tremendo desnivel con los huevos en la mano y la bicicleta como escudo.

Como colofón de la "bosniada", la ya clásica trialera del Borosa encendió los ánimos de algunos, y apagó los de otros, que rodaron como cantos mientras rezaban porque el carbono de 3 décimas de espesor no se tronchase contra alguno de los tres o cuatro "ñuscos" que hay en la bajada, que no hay más.

Finalmente, y dando muestras de tener más moral que el Alcoyano, el que esto firma da un palo tremendo en el repecho de Torre del Vinagre, y sólo el semiprofesional más aerodinámico del pelotón español consigue seguirle, aunque con la mala suerte de tener un pinchazo en su rueda delantera. En ese momento, y demostrando gran caballerosidad y elegancia, paro y me niego a continuar la cabalgada sin mi compañero de fuga, momento que aprovechan algunos gregarios para disfrutar su momento de gloria, cosa que permito con total generosidad.
Es probable que esta última parte os la cuenten de otra manera, pero no les contradigáis y dejad que se crean su propia historia, es bueno para su moral que saboreen algún minúsculo éxito.

Como sabéis, no acostumbro a relatar los hechos ocurridos en la nocturnidad, y esta no va a ser una excepción, pero no puedo dejar de mencionar el buen ambiente y el aguante de los que fueron más objeto de las bromas. No os preocupéis, nos tocará a todos.

Gracias a todos por un gran fín de semana.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Inolvidable fin de semana, ademas de humillante para algunas personas.