23.11.05

Kilómetros de "sofases"






Por cortesía de nuestro gran Sergio, los degenerados que todos sabéis nos hemos pegado un fin de semana de lujo en su mansión.

Probablemente, lo más duro que hemos hecho es aguantar los tifones procedentes del revuelto estómago del inquilino almodoveño. No es cosita de poco, ¿eh?.
Por lo demás, ha sido un fin de semana cargado de estrés (espero se note el tono sarcástico): dos cajas de botellines, tres kilos de macarrones, jamón de guarra y ningún vegetal podrían ser un buen resumen.
¿La ruta en bici? Pues bueno... unos 110 kilómetros en total, los que hicieron las bicis dentro del coche para ir y para volver. Sólo espero que alguno no le haya dicho a la mujer que ha montado mucho, porque como tenga internet en la peluquería...

No puedo olvidar una mención a la opulenta cena en los famosos Pucheros que, personalmente, no conocía. La verdad, los pajarillos como yo no le sacamos rendimiento a una cena en un lugar de este tipo, porque pa dejar media chuleta de cerdo por imposible, mientras cuatro tíos a tu lado se meten un chuletón de ternera (como el doble que tu chuletita) sin pestañear... Los últimos bocados del chuletón de tus compañeros pueden llegar a resultar incluso desagradables. Más por su expresión, sus ojos saltones, sus cinturones desabrochados, que por la cara y el aparato dental tipo "coto vedado de caza" en la boca de la agraciada camarera.

La verdad, unos días memorables en los que, sin hacer nada especial, he disfrutado un mundo de la compañía y la gracia de unos colegas de matrícula de honor.

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