31.10.07

Surrealista


Indigna bacanal de perversión extrema.
Cuatro palabras: indigna, bacanal, perversión y extrema, que, a pesar de su contundencia y de la suma de ellas, no alcanzan para calificar lo sucedido en la mísera aldeucha de Batán.

El fín de semana comenzaba torcido ya el viernes. La llegada de los Picassos de los chicos de La Laguna y su profe alopécico no presagiaba nada bueno. La entrada fue apoteósica, llevándose por delante todos los estándares ingleses de la buena educación y la prudencia, socialmente admitidos desde hace siglos. En realidad, no supuso trauma alguno para dichos individuos una llegada tan rocambolesca y desafortunada, pero sí empezó a socabarse el espíritu virginalmente entusiasta de una tranquila y, en principio, bien avenida familia valenciana.

La primera noche, tras la suma al grupo de individuos tan clásicos de eventos parecidos como el tendero del mandil de Bianchi reconvertido temporalmente en maniquí de Tommy y posteriormente de Fox; el desmontador de camas y arrastrador de bicis y su guiñol preferido, fue exponencialmente más depravada que la propia llegada al lugar de los hechos.
Naturalmente, tamaño nivel de perversión no afectó en modo alguno a los allí presentes, sino que, al parecer, continuó menospreciando la buena fé y cordialidad de los valencianos de al lado.

Claro, que lo peor para ellos estaba por llegar. La noche del sábado no hubiera sido posible de no tratarse Batán de un lugar absorbido por un agujero negro interespacial, donde la Guardia Civil no se atreve a bajar porque circulan leyendas sobre camioneros violadores y otros seres peligrosos y de leyenda. Probablemente, muchos de los hechos allí acaecidos, serían constitutivos de graves delitos en la mayoría de estados norteamericanos, por lo que no relataré lo que ocurrió porque, como todos sabemos, la CIA espía nuestros correos y blogs.

En lugar de los hechos, hablaré de las consecuencias. Una habitación réplica a escala 1:200 de la zona cero de Nueva York, un jamón irracionalmente cortado y devorado en lonchitas del grosor de una baldosa de terrazo, 160 latas de cerveza vacías y ni un contenedor de reciclaje cercano, la pregunta del fín de semana, por parte de Paco ("¿Dónde me han puesto este perro de tapa?"), la declaración de Jesús como persona non grata en la comarca de Batán, y la más grave y estremecedora: la ruptura total y completa de una familia valenciana.

Nos hemos superado.

Ah, mu bonitas las rutas.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Bonito pero MUY RESUMIDO, se quedan muchas cosas en el tintero, pero si quieres saberlas.....haber venido, haber venido, haber venido,haber venido........

Unknown dijo...

Arrastrador de bicis, sé que he resumido mucho, pero, como tú dices, "haber estao".
Un abrazo.